No podía creer lo que pasaba, ¿una nueva Mew? ¿Porqué aparece hasta ahora? Si la verdad ya no la necesitamos. ¿Acaso es alguna broma? Y si no lo es, ¿Como es que no dio señales de que existía antes?
Mi nombre es Mint Aizawa, segunda Mew Mew, y yo... Solo quiero que aclaren todo esto...
Opening - http://www.youtube.com/watch?v=XPijIa399Uc
Las cinco chicas se levantaron inmediatamente de sus sillas. ¿Acaso escucharon bien? ¿Una nueva Mew Mew?
- Ella es la señorita Zhao-chan.
La chica que lo acompañaba dirigió su mirada a las chicas y sonrió dulcemente.
- Solo llámenme Jessie, es un honor conocer a las Tokyo Mew Mew.
Ninguna de las otras chicas dijo nada, ni siquiera se movieron, cada una examinaba a la nueva Mew con la mirada. Jessie tenía un hermoso y rizado cabello que le llegaba hasta por debajo de las caderas de un brillante color caramelo el cual tenía amarrado en una coleta alta, su piel era blanca, sus ojos color azul irradiaban ternura, y una dulce sonrisa adornaba su rostro. Usaba un uniforme del café color negro, y un único guante en su mano derecha. No era muy alta, sin embargo llamaba mucho la atención su cuerpo muy bien formado.
- Es... Es un placer - saludó Lettuce, casi susurrando y aún muy confundida.
- Bueno, les dejaremos el día libre, así conocerán mejor a su nueva compañera - dijo Keiichiro mientras salía de la cocina.
La chica de ojos azules asintió y se dirigió al baño, mientras las demás la seguían con la mirada. Keiichiro y Shirogane se dirigieron a la cocina, dejando a las cinco chicas con muchas preguntas en sus cabezas.
Durante los siguientes cinco minutos todas se mantuvieron pensativas. ¿ Porqué ella tuvo que llegar justo cuando iban a renunciar? Al final, cada una se decidió por quedarse un tiempo más trabajando, al menos para conocer un poco mejor a Jessie.
- Pues, ¿a donde les gustaría ir? - Preguntó la nueva Mew después de salir del baño, usando ropa particular en vez del uniforme.
- ¡A Pudding le gustaría comer un helado! Na No Da.
- Si, creo que un helado estaría bien - Ichigo sacó su cartera y empezó a contar el dinero que tenía.
- No se preocupen - Jessie sonrió dulcemente - Yo invito.
Las chicas rieron al ver a la joven de cabellos rubios devorar tres helado al mismo tiempo. Ya ellas se encontraban en la heladería, comiendo el mas delicioso y caro helado que jamás habían probado, y mirándose unas a otras, esperando a ver cual de ellas empezaba una conversación.
- Tu apellido y tu manera de hablar, tu acento y tu físico... - Todas miraron a Zakuro confundidas - No eres de Japón, ¿Verdad Jessie-chan?
- Eres muy deductiva Zakuro-san - La oji-azul tomó una cucharada de helado y luego prosiguió - Mi padre era chino, y mi madre era latina. Así que provengo de dos culturas completamente diferentes a las de Japón, de ahí mi manera de hablar y mi físico, el nombre lo escogió mi madre, por eso es completamente diferente a los que hay en Japón, y pues, el apellido es de China.
- Oye, Jessie-chan - La anterior mencionada miró Pudding, la cual miraba con curiosidad el guante negro que Jessie utilizaba en la mano derecha - ¿Para que es el guante?
- ¿De verdad quieres saber? - Jessie sonrió al ver que la joven rubia asentía con la cabeza, y luego se quitó el guante, dejando ver una marca en su muñeca en forma de una huella de animal, de un color rosa oscuro - es para cubrir mi marca.
- Al menos tu puedes cubrirla, a Pudding le apareció la marca en la frente - Pudding sonrió y se levantó el flequillo de la frente, dejando ver la marca mew de ella y haciendo que todas sonrieran.
- Oye Jessica, dime algo, tienes mucho dinero, ¿No es así? - Todas miraron a Mint inmediatamente, esa pregunta era muy innecesaria.
- Oh... Pues... Si... Supongo que si...- La chica de cabellos caramelo bajo un poco la mirada, y luego tomó otra cucharada de helado.
- Ya me parecía, solo eres otra niña egocéntrica.
Jessie levantó la mirada inmediatamente y luego frunció el ceño, la única chica egocéntrica en el grupo era Mint. Ichigo al escuchar las palabras de la chica de cabellos azules, inmediatamente empezó a discutir con ella, haciendo que las demás sonrieran. Era típico de ellas.
- ¿Siempre se comportan así? - Le preguntó Jessie a Zakuro, susurrando, pero aún así lo suficientemente alto como para que la joven modelo escuchara sus palabras entre los gritos de Mint e Ichigo.
- La mayoría del tiempo, aunque siempre terminan como amigas.
Zakuro, Pudding y Jessie terminaron sus helados mientras veían la discusión entre Ichigo y Mint. Ciertamente era divertido verlas discutir.
Luego de un rato de charlar y reír juntas, todas se fueron a sus casas. Cada una con una enorme sonrisa en sus rostros. Las primeras cinco mews sonreían por haber tenido un día tan entretenido, la verdad no se divertían así desde hace mucho tiempo, y la sexta mew sonreía pues había encajado perfectamente con sus compañeras, y ciertamente le agradaban mucho.
Cuando Jessica llegó a su departamento, inmediatamente fue y se dió un largo y relajante baño. Cuando terminó, se vistió con una linda pijama amarilla y se paró al frente del espejo de pared que había en el baño, para luego empezar a cepillarse el cabello hasta dejarlo brillante, lo cual le tomo mucho tiempo ya que su ondulado cabello era increíblemente largo.
Luego de lavarse los dientes, Jessie se dirigió a su cama, esperando dormir bien, pero la enorme y hermosa luna le llamó mucho la atención, así que se encamino a su ventana, para ver mejor aquella hermosa noche. Pero había algo más en el cielo, algo más que la luna y las estrellas, en medio de la enorme luna llena, había una extraña figura. Jessie abrió la ventana y miró con más detalle aquella figura, parecía ser un chico, con unas orejas extrañamente puntiagudas, y dos largas cintas que colgaban de su pantalón. La oji-azul hubiera deseado ver mejor aquella sombra, pero, además que se encontraba a varios metros del suelo y estaba a una considerable distancia, una vez que ella parpadeó, la figura desapareció.
Jessie cerró la ventana y las cortinas, estaba muy asustada por lo que había visto. Luego se lanzó sobre su cama y tomó fuertemente el oso de peluche que había a su lado, ciertamente su habitación estaba llena de estantes y muebles que tenían muchos peluches de diferentes formas y colores, pero el de oso era el que la hacía sentir mejor. "No tengo por que preocuparme" pensó, "No soy una simple chica, soy una Mew, y si tengo algún problema, se que mis compañeras Mews vendrán a ayudarme".Y pronto, la chica se durmió profundamente, sonriendo ante aquel pensamiento....
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